Jorge Hernández Fernández: Doncic acerca al Real Madrid a su objetivo con un triple en el último segundo
Hacía algún tiempo que no se veía al mejor Luka Doncic. Puede parecer una barbaridad decir eso de un jugador de 19 años recién cumplidos y que casi nunca juega mal, pero entre la fatiga que provoca una temporada tan cargada de partidos y su reciente lesión muscular, su mejor versión ha escaseado tras la Copa del Rey. Hasta este viernes en la Sala Pionir, templo del baloncesto europeo y casa del Estrella Roja, equipo que el esloveno seguía de pequeño. Doncic se lució con 24 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y el triple ganador a menos de un segundo del final (79-82).
Esa canasta deshizo el entuerto que el propio Doncic había ayudado a crear minutos antes. Entre lo poco que se le puede reprochar a Doncic no está esconderse. Se sabe líder y como tal actua. En Belgrado el Madrid no pudo contar con Facnudo Campazzo, lo que unido a la baja de Sergio Llull y al poco protagonismo de Chasson Randle, dejó a Doncic casi único base. Salió como titular y desde el primer momento comenzó a producir: puntos, rebotes, asistencias, robos. El Madrid se escapaba en el marcador y el público no estaba por labor de calentar el ambiente.
Parecía que sería una noche tranquila para los madridistas, pero Edy Tavares tuvo uno de esos partidos tontos en los que se carga de faltas. Encima Gustavo Ayón, que reapareció tras diez días lesionado, demostró no estar al mismo ritmo que sus compañeros. Ese agujero que se le abrió al Madrid en la pintura lo aprovechó Alen Omic para hacer su mejor partido de la temporada: 25 puntos con un 11/13 en tiros de dos puntos.
El Madrid no perdió la ventaja en el marcador hasta el último cuarto, pero el partido se le fue complicando cada vez más. Una pérdida de Doncic mientras subía el balón acabó con el madridista cometiendo una falta antideportiva que el Estrella Roja aprovechó para darle la vuelta al marcador y colocar el 66-64. Quedaban ocho minutos para el final y era la primera vez que los locales se colocaban por delante. Para entonces la Pionir ya hacía un poco más honor a su fama.
No fue la única pérdida de Doncic. El madridista perdió siete balones, muchas de ellos por falta de concentración al intentar pases en teoría sencillos. Mostró dos caras. Por un lado la de líder, siendo la principal referencia anotadora y reboteadoera del equipo (junto a Felipe Reyes, de nuevo de los más destacados). Por otra, la de un jugador que abusa del bote y del triple, lo que suele atascar el ataque de su equipo.
Esos malos minutos al comienzo del último cuarto, que provocaron que Pablo Laso lo sacara de la pista para meter a Randle, no le pesaron en lo segundos finales. El Madrid perdió en los últimos 42 segundos una pequeña ventaja de cuatro puntos (75-79) que había logrado con mucho trabajo y el regreso de Tavares. James Feldeine anotó de dos y Taylor Rochestie robó el balón a Fabien Causeur en el siguiente ataque del Madrid. La jugada acabó con Omic empatando a menos de cinco segundos para el final.
Tras un tiempo muerto, el Madrid sacó de banda en campo contrario y la jugada fue sencilla: balón para Doncic. El esloveno recibió en la parte superior de la zona defendido por Ognjen Dobric, que le había frenado bien en la segunda parte. Esta vez acabó por suelos con el 'step back' de Doncic, que se elevó para clavar el triple de la victoria a 0,9 segundos para el final. Pareció sencillo.
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